Quiero ser tantos otros

Disfrazarse es una actividad importante en la que los niños usan su imaginación, desarrollan su vocabulario y se autoafirman con historias que les ayudan a desarrollar ideas sobre cómo funciona el mundo. No solo desarrollan la motricidad gruesa sino también la fina abotonando una chaqueta o atando un delantal. También fomentan la interacción y la comunicación con los demás, con lo que se desarrolla la capacidad de trabajo en equipo y el interés por otros niños y por lo que piensan y hacen. Los niños aprenden a negociar de esta manera, a colaborar, a tomar turnos y a crear y jugar según las reglas. También hay investigaciones que han vinculado el juego de roles a la empatía: Los niños que se involucraron en él eran más hábiles para juzgar cómo se podrían sentir los demás que los que no jugaban tanto a los roles. En este relato Juli descubre un día la fascinación de los disfraces y se sumerge en el juego con total entrega. Julio Millares ganó el premio Vargas Llosa de novela y el de la revista Imaginaria para cuentos infantiles. Vivió en Brasil, Italia, Francia, México y Suecia y retornó luego a su país natal, Argentina. Es catedrático en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Cuyo.